Para qué programar algo cuando una máquina lo puede hacer por ti (bastante bien). Ese es el principio básico de Copilot, la herramienta de inteligencia artificial de GitHub que “autocompleta” fragmentos de código y es capaz de “picar código” de forma autónoma.
Esta singular idea está teniendo un éxito claro en GitHub: sus responsables indican que el 30% de todo el nuevo código que llega a su plataforma está escrita por Copilot, y ese porcentaje probablemente irá a más.
Copilot no es perfecto, pero los humanos tampoco
Copilot está basado en el algoritmo Codex de OpenAI, un sistema de inteligencia artificial que es capaz de “traducir lenguaje natural a código“. Este sistema es un descendiente del espectacular GPT-3 que se ha convertido en una de las grandes sopresas de la aplicación práctica de la inteligencia artificial.
Copilot fue entrenado con terabytes de código fuente disponible en la plataforma, algo que de hecho generó una polémica por licencias de código. Gracias a ese entrenamiento, Copilot es capaz de funcionar como una especie de “autocompletado” de texto que casi adivina lo que el programador va a escribir a continuación en su aplicación para evitarle que pierda tiempo en tareas repetitivas y que ese código resuelve.
La herramienta parece estar teniendo una aceptación enorme entre los desarrolladores: el 30% del nuevo código que llega a GitHub procede de Copilot, pero es probable que ese porcentaje crezca.
¿Por qué? Pues porque Copilot ahora ya está soportado en plataformas de desarrollo muy populares como Neovim y JetBarins. El autocompletado de Copilot ya funciona por ejemplo en Java, y en los próximos meses se soportarán más lenguajes, como indicaron los responsables del proyecto en el evento GitHub Universe que se celebró ayer.
Es cierto que el código de Copilot no siempre es perfecto —un estudio mostró que es inseguro en el 40% de los casos— pero lo cierto es que los programadores humanos están lejos también de esa perfección, y algunas estimaciones apuntan a que de media un desarrollador crea 70 bugs por cada 1.000 líneas de código.
Lo cierto es que el crecimiento de Copilot parece prometedor, y su uso entre la comunidad de desarrolladores está cada vez más extendido según los responsables de GitHub. La idea no es sustituir al desarrollador, sino hacerle ganar tiempo evitando que lo invierta en tareas repetitivas y “poco creativas” que precisamente Copilot puede resolver.